En 2018, la iteración más reciente de Farm Bill legalizó efectivamente el cáñamo y el CBD derivado del cáñamo a nivel federal. A pesar del estado legal novedoso del CBD, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) aún no ha aprobado el uso del cannabinoide. Como resultado, los productos de CBD no están regulados en gran medida .
Muchas compañías de CBD sin escrúpulos han tratado de aprovechar este hecho tergiversando los niveles de cannabinoides o tomando atajos cuando se trata de la salud y la seguridad de sus consumidores. Con tantas marcas de CBD disponibles, puede ser difícil saber cuáles son legítimas. Cuando se trata de determinar qué marca de CBD será segura y efectiva, la información más pertinente se encuentra en el Certificado de análisis (COA).
¿Qué es un certificado de análisis?
Un certificado de análisis es un informe que confirma que un producto de CBD en particular se ha sometido a pruebas de laboratorio. Por lo general, se pueden encontrar en el sitio web de un vendedor. Si no puede encontrar inmediatamente ninguna información sobre las prácticas de prueba, los COA pueden estar disponibles a pedido, aunque las empresas que dedican tiempo y dinero a probar sus productos en laboratorio suelen mostrar los resultados de manera destacada. En E1011 Labs, cada paquete de stelo™ tiene un código QR escaneable que lo llevará directamente al COA de ese lote en particular . Si no puede encontrar un COA o cualquier información sobre las pruebas de laboratorio de un vendedor, es hora de probar una marca diferente.
Sin embargo, una vez que lo encuentre, todavía tiene que leerlo ; no todos los COA son iguales y la presencia de uno no significa necesariamente que un producto sea seguro. Lo que los consumidores deben verificar al leer un COA es de dónde proviene. Si el fabricante realizó las pruebas por sí mismo, existe un conflicto de intereses evidente que puede enturbiar la credibilidad de los resultados. Asegúrese de que un laboratorio externo acreditado haya realizado las pruebas reales. Los consumidores deberían poder confirmar el estado de la acreditación con una búsqueda rápida en Google del nombre del laboratorio.
A continuación, es hora de ver qué pruebas se realizaron realmente.
Prueba de potencia
El hecho de que una botella de cápsulas de CBD que encuentre en la estación de servicio diga que hay 50 mg por cápsula no significa necesariamente que sea cierto. En los últimos seis años, la FDA ha descubierto que decenas de empresas de CBD mienten sobre la cantidad de cannabinoides presentes en sus productos. Un COA adecuado evaluará no solo el CBD sino también el THC y los cannabinoides menores como el CBN o el CBG.
Verificar los resultados del laboratorio es la única forma de confirmar con confianza que el porcentaje de CBD en la etiqueta es realmente correcto.
Pruebas de microbriales, micotoxinas, metales pesados, pesticidas y material extraño
Una buena prueba de laboratorio debe buscar más que solo potencia. También debe asegurarse de que el producto sea seguro para el consumo humano. Es posible que las plantas de cáñamo utilizadas para producir CBD se contaminen con compuestos tóxicos durante el proceso de cultivo. Por lo tanto, es esencial asegurarse de que ninguno de estos posibles contaminantes haya llegado al producto final. Esto es lo que debe tener en cuenta:
- Microbios: los patógenos microbianos, como el moho, pueden desarrollarse fácilmente en el cáñamo almacenado incorrectamente. Se sabe que el consumo de estos patógenos produce efectos adversos graves para la salud en pacientes inmunocomprometidos.
- Micotoxinas: es posible que los hongos se apoderen de las plantas de cáñamo y produzcan micotoxinas cancerígenas que son extremadamente peligrosas para los humanos.
- Metales pesados: es posible que las plantas de cáñamo absorban metales pesados como el cobre y el mercurio directamente del suelo a medida que crecen. Estos metales, cuando son consumidos por humanos, pueden crear problemas de salud a largo plazo.
- Pesticidas: Los pesticidas protegen un cultivo de cáñamo de insectos y hongos, pero en exceso pueden producir efectos adversos para la salud de los humanos.
- Material extraño: desechos como cabello, fragmentos de metal y aceite de máquina pueden terminar en los concentrados de cannabis durante el proceso de extracción. Es vital que los laboratorios confirmen que ninguno de estos desechos está presente en el producto que se vende al público.